Sabemos que cuando nos gusta una prenda, se convierte en nuestra favorita y la usamos hasta decir basta. Pero puede ser que justamente ese artículo de tu clóset te esté produciendo alguna molestia cuando la usas y aún así, la sigues ocupando.
Y si se trata de zapatos nuevos, ¡es un suplicio! Puede pasar mucho tiempo en que pasan de ser nuevos, a adaptarse a nuestros pies. Pero eso ya no será problema…
Para acortar ese período de adaptación, lo que vas a necesitar es una bolsa hermética de esas con cierre. La vas a llenar con agua y la pones dentro de cada zapato.
Una vez hecho ese paso, los colocar en el congelador y los dejas ahí hasta el día siguiente. El agua se convertirá en hielo y hará que tus zapatos queden más blandos.
Te dejamos el video donde se detalla el proceso. Ahora no tendrás razones para no usar tus zapatos preferidos.
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