dicen que nunca terminamos de conocer a las personas y que es mejor que no esperemos nada de nadie para después no llevarnos una decepción, pero cuando alguien demuestra ser una buena persona, que dice amarte y que te ha entregado los mejores años de tu vida, jamás pensarías que puede causar tanto daño y que de un instante a otro puede desaparecer sin más.
Esta es la historia de Linda y Richard Hoagland quienes tenían lo que parecía ser una matrimonio y una familia perfecta. Ellos tenían dos hijos y una gran casa en Indiana, Estados Unidos pero un día frío de 1993 a Richard se lo tragó la tierra.
Richard no llegó del trabajo y llamó a su esposa para decirle que nos e sentía bien y que iría al hospital de emergencia. Tras esto encontraron su automóvil abandonado cerca de un aeropuerto pero su nombre no aparecía en la lista de ningún vuelo. Richard se esfumó de la faz de la tierra dejando un hijo de 9 y otro de 6 años.
Linda luego de todo esto descubrió que su esposo había falsificado su firma para sacar un crédito bancario, dejándole sólo deudas.
Luego Richard, diez años luego de su desaparición fue dado por muerto, pero 23 años después lo encontraron haciendo uso de la suplantación la identidad de un pescador que había muerto en 1991 y llevando una nueva vida con una familia a la que había engañado todos esos años.
Hoy Richard está en prisión y podría pasar muchos años en ella debido a que la suplantación de identidad tiene penas muy altas.
Con respecto al porqué de todo esto, Richard dijo que se llevaba mal con linda, su primera esposa.
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