No hay anda más triste para unos padres que perder a un hijo porque ellos pasan a ser su vida entera y perderlos deja un gran dolor y un vacío que nada ni nadie puede llenar. Ver morir a un niño pequeño además es un doble dolor pues le quedaba mucho por vivir junto a su familia, mucho que aprender y conocer el mundo.
Beth y Adam Legge perdieron a su hija Evelyn cuando esta tenía diez meses de vida, pero en el que habría sido el cumpleaños número tres de la pequeña decidieron viajar con sus dos hijas, abuelas y primos para celebrar ese día y fue ahí cuando recibieron un mensaje que les traería mucha alegría.
A las 7:30 pm del día del cumpleaños de Evelyn recibieron un mensaje para ver si estaban pensando seriamente en la adopción. La pareja ya lo había conversado y estaban autorizados para adoptar.
Dawn la mujer que les había mandado el mensaje le dijo que la amiga de una amiga había tenido un bebé y les preguntó si querían adoptarlo. Ellos dijeron de inmediato que sí y Dawn les pidió una biografía.
Después de eso recibieron la llamada de Dawn para que se contactaran con la abuela y madre del bebé y ellas pudieran conocerlos.
El pequeño al que conocieron fue llamado Elijah por su madre biológica y había nacido en la misma fecha que Evelyn, sólo que tres años más tarde. Ellos interpretaron esto como una de las señales de Evelyn y de Dios.
La segunda de las señales de Evelyn la descubrieron cuando al ir a recoger al niño al hospital, al automóvil que iba delante del suyo tenía en su placa la palabra «Evy», apodo de Evelyn y la enfermera que cuidaba del pequeño también se llamaba Evelyn. Todo lo anterior hizo pensar a los Legge que ellos estaban destinados a ser los padres de Elijah.
Conoce la historia en el siguiente video:
Comparte esta historia con tus amigos