Si todos supiéramos la procedencia y el manejo que se tiene con los alimentos que consumimos, quizás dejaríamos de consumir al menos la mitad d e las cosas que nos gustan y es que el comercio de alimentos es capaz de hacer lo que sea para vender, incluso engañándonos.
Ahora verás lo que está siendo aplicado en gambas y langostinos procedentes de Vietnam para hacerlos más apetitosos a tu vista a los que les inyectan agua para que la carne se vea mejor y más fresca, aumentando también el peso del marisco.
Lo preocupante es que nadie nos garantiza que esa agua sea potable ni las jeringas estériles. También en este procesos e utiliza carboximetilcelulosa disuelta en agua que se inyecta en la cabeza, cola y zona media del crustáceo para aumentar su volumen como podrás ver ahora.
Comparte este alarmante video.