Es raro que podamos coincidir en la vida con algún tatarabuelo. Generalmente sólo llegamos a conocer a los abuelos. Y los mismo pasa al revés ¿quizás cuántas personas han podido conocer a sus tataranietos? Pues este señor tiene 105 años y es uno de los pocos que han renido la dicha de sostener en sus brazos a su cuarta generación.
Y cargar a éste bebé significó mucha emoción para él. Fue como una descarga de vida nueva que atravesó su cuerpo al sólo verle su rostro y sus manitas pequeñas.
Al principio se había negado a sostenerlo por temor a que se le cayera. Pero al ver que le insistían, finalmente lo pudo tener entre sus brazos, besarlo y sentir mucha ternura frente a un recién nacido.
La familia había publicado fotos y videos del encuentro. Todas las publicaciones han tenido una alta recepción.
Emociona ver los extremos de la vida en una imagen: un anciano y un bebé.
¿Qué te pareció la reacción de éste tatarabuelo? ¡Comparte!